Por años, científicos en todo el mundo han intentado descifrar el misterioso lenguaje del cerebro. Múltiples estrategias han sido desarrolladas en el propósito de descifrar el cerebro humano, elaborando sistemas de interpretación en diferentes vías o caminos.
Uno de los lenguajes favoritos para la mayoría de neurólogos ha sido el lenguaje de la música.
La música es definida por muchos neurólogos como el arte más cercano al lenguaje base, el lenguaje fundamental, operativo del cerebro.
Es la música, en su sentido transversal, paralelo en la transmisión y codificación de información, lo más próximo a la manera en que el cerebro procesa la información.
A diferencia del serialismo en la comunicación tradicional del lenguaje, la música procesa altos niveles de información en forma simultánea.
Nuestro procesamiento cerebral se compara a una gran Orquesta y su director, donde a través del tálamo cortical se sincronizan todas las funciones cerebrales,
los dos hemisferios,
cerebelo
e hipotálamo.
Como Galileo Galilei describió tiempo atrás:
“las matemáticas son el lenguaje con el cual Dios escribió el universo”,
Muchos opinan que la música es el lenguaje con el cual nuestro cerebro escribe permanentemente aquello que denominamos realidad, la interpretación de hechos físicos registrados a través de nuestras diversas interfaces, entre ellas el oído.
Así, fenómenos como :
*la predicción,
*la capacidad de anticipación sobre los hechos y acciones,
la simultaneidad y temporalidad,
*la percepción en forma simultánea de información,
pueden ser entendidos desde la perspectiva del lenguaje musical, en el que cada uno de sus parámetros se asemeja en forma exacta con el lenguaje de nuestro cerebro.
La música brinda un inmenso y complejo mundo de posibilidades donde nuestro cerebro encuentra un sistema de comunicación perfectamente universal.
Es así, como aún sobre diversas y complejas variantes culturales, podemos acercarnos a cualquier manifestación artística y es allí donde nuestro cerebro encuentra un mecanismo de comunicación al mundo exterior en un intento permanente por expresar su esencia.
Por ello, cuando interpretamos un instrumento musical,
una extensión de la interfase que permite niveles de interpretación superiores a nuestra interfase básica: la voz, el sistema se retroalimenta y está en capacidad de transmitir variados niveles de información, que en diversos planos de codificación, comunica diversos tipos de mensajes, entre ellos todos aquellos relacionados con uno de los elementos más primitivos y básicos de nuestro cerebro: las emociones.
El doctor Rodolfo Llinás dice :que cuando se improvisa en un instrumento musical como el piano, nuestro cerebro está hablando por cuenta propia, esta diseñando patrones con los cuales nos podemos sorprender, ya que el resultado es por lo general insospechado.
Hoy, desde diversos ángulos, intentamos comprender el funcionamiento de este maravilloso ingenio de la naturaleza y es la música una de las herramientas que mejor representa el lenguaje de nuestra mente. Esperamos que no en mucho tiempo, se cumpla uno de los sueños del Doctor Llinás,
Escuchar la música de nuestra mente, y a través de ella entender cada vez más, quiénes somos realmente.
