“Apple perdió un genio creativo y visionario, y el mundo perdió a un ser humano maravilloso. Aquellos de nosotros que fuimos lo suficientemente afortunados de trabajar con él hemos perdido a un gran amigo y un inspirado mentor. Steve deja atrás una compañía que sólo él podía construir, y su espíritu será por siempre la fundación deApple”.
En la tarde del 5 de octubre de 2011 Apple confirmaba así su más triste noticia: la muerte de Steve Jobs, quien a los 56 años perdía la batalla contra el cáncer.
La noticia se esparció en segundos alrededor del mundo. Había desaparecido uno de los personajes más queridos y polémicos de la industria tecnológica.
En 1976 fundó Apple junto a Steve Wozniak, otro genio que eligió un camino distinto. Con un perfil más bajo y en muchos puntos opuestos, profesa hoy sin embargo su admiración hacia el legendario personaje de Apple.
"Siempre dije que, si llegaba el día en el que no pudiera cumplir con mis deberes y las expectativas como CEO de Apple, sería el primero en hacérselos saber. Lamentablemente ese día ha llegado". Esas fueron las últimas declaraciones públicas deJobs, un 24 de agosto, cuando su enfermedad lo obligaba a ceder la conducción deApple.
Un día después comenzaron a llover los elogios. Sus colegas lo llamaron el Miguel Ángel de la era digital.
El silencio se extendió por semanas. Algunas fotos se filtraron para demostrar que Jobsestaba sumergido en la pelea contra la enfermedad que desde 2004 le jugaba una mala pasada.
Tim Cook, el sucesor que Jobs eligió en vida, era el encargado de conducir la presentación del iPhone 4S, un 4 de octubre. En el público se esperaba que el cofundador de Apple apareciera en escena en algún momento. Ya lo había hecho antes, cuando la enfermedad lo mantenía alejado de su empresa de manera esporádica.
Pero eso jamás sucedió. Todo lo contrario. Un día después Apple daba la peor noticia.
Fanáticos y detractores reconocieron en ese momento el aporte de Jobs al mundo de la informática.
"El mundo raramente ve a alguien que haya tenido un impacto tan grande como tuvoSteve", dijo Bill Gates, fundador de Microsoft, una especie de enemigo de Jobs.
Gates fue el primero de los grandes empresarios y colegas de Jobs en romper el silencio. Haber trabajado con Jobs fue un "gran honor", dijo, y agregó que lo "echará enormemente de menos".
Barack Obama, presidente de los EEUU, fue más allá: “Transformó nuestras vidas, redefinió industrias enteras y consiguió una de las más extrañas proezas en la historia de la humanidad: cambió el modo en que vemos el mundo".
Las tapas de los diarios se llenaron de su imagen y miles de fanáticos lo lloraron una y otra vez en todo el mundo.
En su legado quedan productos únicos, frases polémicas, discursos inspiradores y muchos mitos.
¿Qué más decir de Steve Jobs que no se haya dicho? Pocas personas son reconocidas por una amplia mayoría en el mundo. Pocos tienen esa extraña suerte de hablar a través de sus creaciones y ser admirados por ello.
Jobs es uno de ellos. Junto a Wozniak montaron una pequeña empresa para fabricar computadoras y Apple en la actualidad está entre las compañías más valiosas del mundo. Una historia que nació en un garaje, sin grandes inversores ni millones en aportes como sucede en la actualidad.
Dos jóvenes y el deseo de poner en marcha varias de sus ideas: Apple I, Apple II… más adelante Jobs y su grupo de creativos idearían la iMac, el iPod, la MacBook Air, el iPhone, el iPad…
El desafío de Apple sin Jobs es enorme. La leyenda, el mito, el genio… todos desaparecieron de una vez y ahora debe aprender a caminar por sí sola, sin la ayuda de una figura irreemplazable.